Thursday, October 02, 2008

Peter Crorkan Healy

Hace algunos meses que Peter Crorkan Healy pasó al otro mundo. Con casi 80 años, este escocés que un día de Septiembre de 1958 llegó a Coronel, se llevó parte de la historia del carbón y los hechos transcurridos durante la última etapa de la minería del carbón en Chile. Quizás, por ello, y conciente del valor de sus recuerdos que muchas veces habrán sido acciones, delineó el año 1996 un borrador de lo que en el año 2005 resultó un libro, sin duda valioso para quienes deseamos desentrañar la extraña madeja que terminó por sepultar, con más pena que gloria el sueño carbonífero de esta tierra.

El libro, descrito como: 11.575.- CRORKAN, HEALY PETER, Breve historia de la mina de Puchoco de la Compañía Carbonífera y de Fundición Schwager, Trama impresores, S.A., Concepción, 2005, 60, ilustraciones. En siete breves capítulos aborda la personalidad de Federico Schwager padre e hijo, la puesta en marcha y explotación de la mina de carbón de Puchoco, sus sistemas de extracción y ventilación y su ocaso y término de faenas en 1975.

Pero vamos a lo del borrador. El escrito fue publicado por la Agenda Coronel, 1996, Año II, N° 2, Editada y Publicada por Impresos García. 1.000 ejemplares. Por el corto número de ejemplares impresos, habrá sido poco difundido y por ello, considerándolo un homenaje al desaparecido hombre que tanto amó esta tierra, me permito transcribirlo en este blog en forma íntegra. Lo que hago a continuación.

El Ocaso de un Gigante
Por Peter Crorkan Healy

El día 30 de Septiembre de 1994, una violenta explosión del temido gas “grisú” estremeció un laboreo del sector sur de la mina “Piques Arenas” de la Compañía Carbonífera Schwager S.A., segando la vida de 21 mineros. Tomando en cuenta la gravedad de la tragedia ocurrida, la destrucción producida en las galerías del área afectada y la falta de reservas económicamente explotadas en el sector norte de la mina, el Directorio de la Empresa tomó la decisión de finalizar, definitivamente, las faenas extractivas, hecho que ocurrió en el mes de Diciembre de 1994, dando término a faenas mineras, iniciadas hace más de cien años, con la apertura de los chiflones Puchoco, por don Federico Schwager, fundador de la Empresa.

Para muchos chilenos, la única imagen que tienen de la actividad de la gran minería del carbón, es de una industria en crisis, reflejando lo ocurrido con las empresas de Lota y Schwager, en la década de los años sesenta y con Enacar desde su formación en 1971. Por eso creemos, que la mina de Schwager no puede pasar a ser, sólo un depósito de basura, sin que quede, por humilde que sea, un testimonio de una empresa que desde sus primeros pasos, dirigidos por el tesón y genio de su fundador, durante u siglo y medio, dio vida a Coronel, trabajó para la creciente población y riqueza de Chile.

Los primeros trabajos de extracción de carbón, en las minas de Lota y Coronel, fueron obras del industrial Don Jorge Rojas, instalándose faenas en 1844, en el acantilado del cerro frente a la Bahía de Coronel, donde las vetas del mineral afloraban con buzamiento hacia la punta de Puchoco y las vegas del fundo Millabú. Después que, Don Matías Cousiño y su hijo Don Luis, abrieron, en 1852, los primeros piques de extracción en Lota, Don Federico Schwager se asoció con la familia Délano para abrir faenas en el sector Puchoco. Pero la asociación no prosperó y Schwager pasó a establecer sus propias minas en el fundo Boca-Maule, antes que la mina de los Délano fuera inundada por el mar, sin pérdida de vidas, un día 18 de Septiembre, a causa del poco espesor del techo rocoso y el fondo del mar.

Existe, en los archivos de Enacar y Schwager, los planos de muchos piques de extracción de carbón, en el sector de Maule y alrededores, pero la obra de mayor envergadura de Schwager, en el área, fue el chiflón Santa María, situado en las rocas (aisladas) de la playa frente a la actual población de Maule y unido a la costa por un muelle. Esa obra, de una audacia increíble, permitió a Don Federico tener acceso al carbón submarino, cuando el Congreso Nacional estaba legislando sobre el otorgamiento de concesiones de explotación de carbón submarino que daban preferencia a las faenas ya instaladas. De esta forma, Schwager pudo participar con la Carbonífera Lota, en el reparto de todas las reservas, debajo el Golfo frente a Lota y Coronel.

El éxito que tuvo don Federico, con sus faenas en Maule, le permitió consolidar su situación económica y embarcarse en un nuevo proyecto de ampliación, los chiflones de Puchoco. El proyecto fue diseñado en la década de 1880 y aunque superficialmente no parecía ser tan audaz como la Santa María, en realidad lo era. Las galerías de acceso a las reservas submarinas, tenían que pasar en roca a pocos metros debajo de la playa de Punta Puchoco y a pocos metros de la vieja mina inundada. El proyecto exigió pasar el punto de más peligro, en una capa de roca dura con un techo de 20 metros contra la playa y 17 metros encima de la mina inundada. La sabiduría de su elección queda demostrada por el hecho que, después de haber resistido dos terremotos, no existe ninguna filtración de agua.

El proyecto Puchoco necesitaba recursos financieros más allá de las posibilidades de don Federico y, para su realización, se formó una empresa de responsabilidad limitada, a la cual el aporte personal de él fue de casi un millón de libras esterlinas. Muere don Federico, durante un viaje de regreso a Chile, desde Europa. Muere un hombre visionario, más interesado en el desarrollo de su país y su pueblo, que su propio bienestar. Pero su obra le sobrevivió en los chiflones de Puchoco.

Al estallar la segunda guerra mundial, en 1939, hubo un aumento en la demanda de carbón, en Chile. Los aliados contra el nazismo y los japoneses necesitaban más y más el cobre de Chile. En los chiflones de Puchoco, las fuentes de extracción de carbón estaban alejándose rápidamente en distancia y era tiempo de buscar una nueva alternativa. Surgió, entonces, la idea de otro hombre de talento y visión, al mando de la dirección técnica del la Carbonífera Schwager, Don William Ward, incorporado a la Empresa en 1937, como ayudante de Ingeniero jefe. Las reservas de carbón estaban a 750 metros debajo del nivel del mar y a 7 kilómetros de la costa conectadas al acceso de la mina con chiflones interiores de transporte lento y de costosa operación. El Señor Ward proponía la perforación de dos piques de 900 metros de profundidad que comunicarían con las reservas futuras con galerías horizontales, que permitirías en transporte del carbón hacia los piques en trenes eléctricos de alta velocidad. Era la tecnología más novedosa que se estaba aplicando en las minas profundas, en Europa. Surgían dudas, existían opiniones de geólogos de que a 900 metros de profundidad, la roca metamórfica, en que se perforarían los piques, estaría semi-plástica, y por lo tanto, imposible de sostener. La Empresa tenía fe en sus técnicos y se dio comienzo a la gran obra.

La realización del proyecto sufrió problemas propios de la guerra mundial. Era imposible obtener maquinarias y abastecimiento del extranjero. Todo se tenía que hacer en casa, pero lentamente los trabajos avanzaban. Después de la guerra, las empresas mineras de Lota y Schwager, habían agotado sus recursos propios para seguir con sus proyectos y fue necesario negociar créditos con el Banco Mundial del Desarrollo para llevarlos a cabo. Fue así que la explotación de las nuevas minas de ambas empresas, no podían iniciarse, hasta 1964, cuando las condiciones del mercado nacional del carbón habían cambiado radicalmente. El mundo estaba viviendo el auge del petróleo y Chile entró de lleno en la explotación hidroeléctrica. Se inició la decadencia de la industria carbonífera mundial, salvándose sólo los países que contaban con reservas en yacimientos, muy fáciles de explotar, de poca profundidad y sin los problemas geológicos inherentes a las nuestras. La nacionalización de las minas de carbón en Chile, a fines del año 1970, convirtió el problema de la sobrevivencia de la industria en un asunto nacional. Después de su separación de Enacar, en 1980, la Carbonífera Schwager volvió al área privada y a pesar de la condiciones adversas del mercado, un eficaz manejo de las Empresas, permitió mantenerla en actividad hasta el agotamiento de las reservas, económicamente explotables y la consecuente terminación de sus faenas mineras.

-------- Hasta allí el texto.

En cuanto a Peter Crorkan, Ex-Gerente de Enacar S.A., siempre mantuvo la idea que el recurso no estaba completamente explotado, concibió la idea de minear las reservas al norte de Coronel. Sendas conversaciones con el candidato a presidente Sebastián Piñera y el presidente del Sindicato de Mineros de Lota, en 2005, vislumbraban esa posibilidad. Aquellos que creemos en el futuro de nuestra comuna, siempre la pensamos como íntimamente ligada a la actividad del carbón y no podría ser de otra forma, aún vivimos sobre un enorme depósito de carbón mineral. Sólo falta la voluntad para pasar de la idea a la acción.